Ce vendredi, le premier événement officiel commémorant la Journée du génocide selk’nam a eu lieu à Río Grande. Les autorités provinciales et locales, les législateurs, les conseillers, les membres du peuple Selk’nam et les résidents de la province y ont participé.
Traduit de l’espagnol par l’association Karukinka. Titre original « Se llevó a cabo en Río Grande el primer acto oficial en conmemoración del Día del Genocidio Selk’nam ». Source : https://www.tierradelfuego.gob.ar/blog/2022/11/25/se-llevo-a-cano-en-rio-grande-el-primer-acto-oficial-en-conmemoracion-del-dia-del-genocidio-selknam/
L’année dernière, l’anniversaire de la Journée du génocide de Selk’nam a été institué par une loi de l’Assemblée législative de la Terre de Feu (AIAS), faisant du 25 novembre un jour de deuil provincial.
Dans son discours, la secrétaire aux Droits de l’Homme et à la Diversité, Abigail Astrada, a déclaré que « grâce au fait que l’année dernière la loi qui a établi la Journée des Aborigènes Fuégiens a été modifiée, nous célébrons aujourd’hui le premier acte officiel de la Journée du Génocide de Selk’nam ». « Il s’agit d’une étape importante pour la communauté et pour l’ensemble de la province. »
« Nous laissons derrière nous une journée de célébration et commémorons une journée de deuil provincial, en mémoire de nos peuples autochtones et en reconstruction de notre histoire fuégienne », a-t-elle ajouté.
De même, la responsable a déclaré que « nous savons bien que le peuple Selk’nam est originaire de la Terre de Feu et qu’il continue d’habiter les terres de l’État argentin. Les Selk’nam ont été victimes de la colonisation, de la misère et de la privation de leurs droits humains, comme en témoignent les enlèvements d’indigènes Selk’nam emmenés en Europe pour être exposés dans des zoos humains. « C’était l’une des atteintes à leurs droits. »
« Nous suivons le chemin de la réparation et de la visibilité du peuple Selk’nam, en le reconnaissant comme sujets vivants, comme gardiens de notre patrimoine culturel, comme sujets de droits. Ce sont ces familles qui ont résisté au génocide en Terre de Feu et qui sont avec nous aujourd’hui », a-t-elle souligné.
Enfin, Astrada a souligné que « le peuple Selk’nam est vivant et que le plus important est qu’il a résisté et continue de résister à la violation de ses droits ».
Pour sa part, Miguel Pantoja, membre de la communauté Selk’nam, a déclaré : « Je tiens à remercier toutes les personnes impliquées dans la réforme de la loi, elles étaient nombreuses et je suis sûr que devant nous, derrière nous et à nos côtés se trouvent les anciens.
« Pour nous, c’est un jour de deuil. Un jour comme aujourd’hui, un massacre s’est produit, qui n’était ni le premier ni le dernier. Ce n’était pas seulement un jour, mais trois décennies du pire génocide. Des crimes contre l’humanité ont été commis et n’ont pas encore été reconnus », a-t-il déclaré, assurant que « je veux simplement rappeler que nous sommes un peuple vivant, car il existe un paradigme selon lequel nous sommes un passé sans présent, que nous existons dans des vitrines et dans les musées. Ce n’est pas le cas, nous sommes ici et nous avons besoin de promouvoir des politiques publiques plus nombreuses et meilleures pour que nous ayons une meilleure réalité. »
Pour conclure, María Salamanca, une femme Selk’nam, a déclaré que « nous sommes à 136 ans des actes commis par les explorations de ces territoires. Je tiens à remercier ceux qui ont travaillé à cette reconnaissance. Cela fait mal d’accepter que cela soit arrivé à mon peuple. Cependant, nous sommes présents ici. »
« Je voudrais demander que la reconnaissance de ce génocide soit maintenue à jamais. Nous allons rester vivants pour toujours dans nos enfants et petits-enfants, car nous portons le sang Selk’nam », a-t-elle expliqué.
L’événement s’est terminé par des interventions artistiques.
El pasado sábado 2 de julio por la mañana chilenos y argentinos, navegantes, kayakistas, activistas, referentes de organizaciones sociales y miembros de las comunidades Yagán y Kawesqar se reunieron en el centro de la ciudad de Ushuaia para celebrar el aniversario de la sanción de la Ley 1.355, que reguló la salmonicultura en Tierra del Fuego e Islas del Atlántico Sur, prohibiendo el desarrollo de esta industria en el mar posicionando al país como el primero en tomar una decisión de tal magnitud en cuanto al cuidado del ambiente e incorporando a la creación de políticas públicas la participación ciudadana y la visión de los pueblos originarios sobre el cuidado de la naturaleza.
De la jornada participaron el Club Náutico AFASyN y embarcaciones de la comunidad náutica de Tierra del Fuego, el programa marino Sin Azul No Hay Verde, Canal Fun, Patagonia, el chef Lino Adillon, Greenpeace Andino, la Sociedad Civil por la Acción Climática de Magallanes, representantes de la Comunidad Yagán de Ushuaia y Navarino y representantes de la Comunidad Kawesqar.
David Alday, representante de la comunidad Yagán de Navarino, afirmó “En esta parte del planeta hemos demostrado que límites no existen si de mantener y cuidar nuestros entornos y lo que en ello habita se trata, la conexión con nuestra cosmovisión es tan imprescindible que no dudamos en activarnos y actuar, en protección de lo que es nuestra vida, nuestros ecosistemas, cargados de una mirada patrimonial ancestral única en el planeta, por ello nuestro trabajo debe estar a la altura en zonas de cuidado como es el extremo austral, tanto de Chile, cómo Argentina. Al celebrar este año de la ley que prohíbe la salmonicultura en el lado argentino da señas que el trabajo realizado no es en vano, que las convicciones y esfuerzo social es potente y verídico, con sólidos argumentos que llevan a manifestar el sentido común que nos comunica la protección de nuestros espacios y entornos rebosantes de vida y vírgen naturaleza.”
En un evento sin precedentes, en mayo del 2021 argentinos y chilenos unieron el Canal Beagle desplegando una bandera, para pedir por la sanción de la ley que reguló la salmonicultura en Argentina y fortalecer el reclamo común de proteger el Canal y los ecosistemas marinos del fin del mundo. Este año, para celebrar aquella decisión y seguir sumando esfuerzos para la protección de ambos lados del Canal, la comunidad volvió a unirse. ya que la industria estaría intentando reactivarse en Puerto Williams y, por otro lado, apoyar la causa de los hermanos chilenos que solicitan al gobierno que frene el avance de la salmonicultura.
«Es muy emocionante revivir el enorme triunfo alcanzado en Tierra del Fuego, donde gracias a las organizaciones , comunidad local y legisladores, se logró de manera unánime proteger el Canal de Beagle, ícono de la provincia. Es un verdadero ejemplo sobre cómo hacer las cosas correctamente, con un debate abierto y participativo y comprendiendo que al proteger el medioambiente protegemos también a la sociedad en su conjunto. El canal de Beagle debe ser protegido de manera integral, y es por ello que hoy, a un año de esta histórica ley, le exigimos al gobierno chileno que rechace todas las concesiones en trámite en Puerto Williams, la información técnica ya está disponible para fundamentar la decisión. Se debe seguir el ejemplo del lado argentino que puede celebrar sus buenas decisiones» declaró Estefanía González, Coordinadora de Océanos de Greenpeace Andino.
Las salmoneras amenazan la biodiversidad, la salud de los habitantes y el desarrollo económico. En 2019 el pueblo chileno Puerto Williams, frente a la ciudad Ushuaia, fue pionero en proteger el Beagle y expulsando a las salmoneras de su región.
A diferencia de Chile donde la industria ha ocupado muchos territorios, la provincia fueguina es el único lugar del país donde la industria podría instalarse. Con la aprobación de la Ley el año pasado, Tierra del Fuego fue en el primer lugar del mundo en prohibir la industria antes de que se instale y de esta manera se convirtió en un ejemplo del cuidado de un modelo económico y productivo sostenible, que respeta tradiciones culturales y prácticas artesanales que generan puestos de trabajo genuinos e ingresos por turismo y por la comercialización de productos locales. Esta decisión tuvo impacto a nivel global, ya que muchas comunidades costeras en todo el mundo que sufren los impactos de la industria, también están pidiendo que se retiren las jaulas del mar.
“La división entre Chile y Argentina está lejos de ser una realidad, se evidencia en los territorios desde el NOA hasta la Patagonia. Las regiones tienen una dinámica que va más allá de los límites políticos. La naturaleza y la cultura están íntimamente relacionadas y el tema de las Salmoneras en el Canal Beagle funcionó como resaltador. En en los últimos años la postura quedó más que clara con acciones que se hicieron en conjunto; no queremos industrias destructivas, queremos trabajar cada vez más unidos en pos de un futuro sostenible, hermanado con la dinámica de la naturaleza, a través de la revalorización de la cultura de los pueblos indígenas, actividades como el turismo de naturaleza y todo lo que la región ofrece. En 2021 esta unión le permitió al gobierno Argentino entender qué significan las salmoneras para su pueblo, hoy lo tiene que entender el Estado chileno” declaró David Lopez Katz, integrante del programa marino Sin Azul No Hay Verde.
Hoy las comunidades chilenas piden que las salmoneras salgan de áreas protegidas y de dónde habitan las comunidades indígenas que ven afectada su forma y desarrollo de vida. Exigen también que se frene toda expansión de la industria a través del rechazo a nuevos proyectos y el freno a los aumentos de los niveles de producción. Que se retiren progresivamente de las zonas frágiles como los fiordos y canales y por último que se sancionen con la pérdida de concesiones a las empresas y centros que hayan provocado o cuenten con desastres ambientales.
Desde que empezaron a reclamar por un Canal Beagle libre de salmoneras, los chilenos lograron que la Corte de Apelaciones de Punta Arenas detuviera el inicio de las labores de producción de la empresa salmonera Nova Austral en el Canal Beagle, ubicado en la región de Magallanes. También sacaron jaulas que ya estaban instaladas y listas para la producción y consiguieron que se le diera caducidad a las concesiones acuícolas otorgadas hasta ese momento. Además, detuvieron la expansión de la industria en la región de Magallanes a través de distintas acciones legales. En el caso de Puerto Williams, el reclamo es poder avanzar con el Espacio Costero Marino para Pueblos Originarios (ECMPO) de la comunidad Yagán, que es una forma efectiva y concreta de poder proteger esta zona de las distintas amenazas como la salmonicultura.
Chile está desde el año 2018 en alerta por la constante amenaza de las concesiones que aún se encuentran activas administrativamente en el Beagle . Cuatro fueron removidas, pero quedan ocho, detenidas por acción de la comunidad indígena a través de la presentación de solicitud ECMPO, que permite solicitar la administración y a la vez paraliza todo proyecto existente.
Esta historia no se termina con la sanción de la Ley 1.355. La visión colectiva y global del lugar que ocupamos en el mundo y la necesidad de protegerlo se vio fortalecida frente a su inminente amenaza. El mar es un solo y la comunidad de Argentina y Chile seguirán unidas en pos de su conservación. Tierra del Fuego tomó una decisión pionera que hoy es celebrada por aquellos que la viven y por el resto del mundo que quiere seguir su camino.
Argentine : «Napalpi», le procès d’un massacre d’indigènes un siècle après
Par Le Figaro avec AFP
Publié le 19/04/2022 à 22:20
Près d’un siècle après, la justice argentine se penche sur le massacre de plus de 300 membres de peuples autochtones Qom et Moqoit, un procès sans «coupable», largement symbolique, mais un pas inédit vers une vérité indigène peu audible dans l’histoire du pays. Le «procès de la vérité», qui va s’étirer sur neuf audiences réparties sur un mois, a débuté mardi dans un tribunal de Resistencia (nord-est) dans la province du Chaco, où eut lieu, le 19 juillet 1924, ce qui est connu comme «le massacre de Napalpi».
Ce jour-là, une force d’une centaine de policiers, militaires et colons civils ouvrent le feu sur des membres des communautés Qom (ou Toba) et Moqoit (Mocovi) dans une réserve amérindienne, qui sert de fait de réservoir de main d’œuvre pour les champs de coton et où vient de se produire une révolte contre des conditions de vie de quasi-esclavage. Le massacre fit plusieurs centaines de morts, entre 300 et 500 selon des survivants, hommes, femmes, enfants dont les corps furent parfois mutilés, puis jetés dans une fosse commune. La répression se poursuivit pendant plusieurs mois, selon le secrétariat des Droits humains (gouvernemental).
«Ce procès pour la vérité cherche à approcher la réalité des faits. Il ne recherche pas une responsabilité pénale, mais à connaître la vérité, afin de réhabiliter la mémoire des peuples, panser les blessures, réparer et aussi activer la mémoire et la conscience que ces violations des droits humains ne doivent pas se reproduire», a déclaré la juge Zunilda Niremperger, en ouvrant le procès. «Nous allons démontrer de manière concrète et claire qui a participé, et qui était responsable de ce génocide», a déclaré le procureur fédéral Federico Garniel, en charge de l’accusation. La province du Chaco, le secrétariat des Droits humains et l’Institut de l’Aborigène Chaqueño sont co-plaignants dans la procédure.
Un drame «invisible qui réémerge»
Le massacre a été qualifié par la justice de crime contre l’humanité, lui conférant un caractère imprescriptible. La procédure a débuté en 2004, avec depuis le patient recueil d’indices et de témoignages et une volonté d’entendre toutes les parties, descendants des colons comme des communautés indiennes. Assez incroyablement après près d’un siècle, l’enquête a retrouvé des témoins oculaires. Aussi le procès a pu entendre le témoignage, filmé en 2014, de Pedro Valquinta, centenaire décédé depuis, puis de Rosa Grilo, qui aurait «approximativement» entre 110 et 114 ans, et pourrait aussi témoigner en personne à l’audience si sa santé le lui permet.
«Pour moi c’est triste, ils ont tué mon papa. Je ne veux presque plus m’en souvenir. (Ces sont) des choses tristes. Beaucoup de gens, ils ont tués», a raconté Rosa Grilo dans un mélange d’espagnol et de sa langue qom, dans un témoignage filmé en 2018 dans le cadre de l’instruction et diffusé mardi, lors de l’audience en partie retransmise en ligne. «J’étais une enfant, mais pas si petite que ça (…) Mon grand-père et ma maman criaient ‘Courez, courez’, et nous avons fui vers la forêt. Là, nous avons vécu en mangeant des caroubes, buvant l’eau des chardons (..) je ne sais pas pourquoi ils ont tué des enfants, des vieux. Beaucoup de souffrance…», a raconté Rosa. Dans un autre document filmé, Juan Chico, historien d’origine qom décédé l’an dernier du Covid-19 a expliqué comment Napalpi est «un sujet qui nous est très cher, devenu invisible, mais qui ces dernières années a commencé à réémerger». «Il y a, dans les communautés, un souvenir culturel, qui doit être reçu par la justice», a-t-il estimé.
Les historiens rappellent régulièrement à quel point la construction de l’Argentine comme nation, tout au long du 19e siècle, est passée par une soumission des peuples indigènes relevant de l’extermination. Plus que tout autre, l’épisode dit de «la Conquête du Désert», pas désert du tout, qui incorpora la Patagonie à la nation argentine au prix d’au moins 14.000 morts parmi les ethnies les plus australes. Seuls un million environ d’Argentins, sur 45 millions d’habitants, se définissent aujourd’hui comme membre ou descendant d’une des 39 ethnies d’origine, selon le recensement de 2010. Depuis 1994, la Constitution reconnaît les droits des peuples autochtones.
Pascal Blanchard et Bruno Victor-Pujebet racontent comment ces manifestations populaires ont propagé le mythe de l’inégalité des races et justifié le fait colonial.
Publié le 5 avril 2022 à 17h00·Mis à jour le 5 avril 2022 à 17h45
Zoo humain, l’expression est certes anachronique – elle est apparue dans les années 2000 -mais elle sied parfaitement à ces manifestations populaires nord-américaines et européennes qui, du début du XIXe siècle jusqu’à la Seconde Guerre mondiale, ont mis en scène diverses ethnies issues des empires coloniaux dans des foires et autres expositions universelles. Par-delà l’humiliation publique et les mauvais traitements – la plupart des individus exhibés périssaient de froid, de maladie -, le spectacle propagea le racisme autant qu’il justifia l’investissement des politiques coloniales de l’époque.
Baromètre de la pensée raciste
Avec une foule impressionnante d’images d’archives, ce documentaire fouillé, pédagogique et émouvant retrace l’évolution de ce phénomène oublié, du moins négligé par une génération d’historiens ( « Comme tout ce qui se rapporte à la culture populaire » , précise-t-on ici). Des premières attractions du forain Phineas Barnum, prince du « freak show » américain – où Aborigènes et Pygmées, fondus dans une troupe de handicapés occidentaux, étaient assimilés à des monstres humains -, à ces cartes postales vivantes, entre la crèche géante et le parc d’attractions livrant au visiteur blanc un folklore exotique dévitalisé au début du XXe siècle, le zoo humain n’est pas un genre monolithique. C’est au contraire un baromètre ultra-précis de la pensée raciste, de ses tréfonds primitifs à son polissage relatif : après avoir fantasmé ces populations comme cannibales, il s’agit par la suite de les érotiser, puis de les présenter comme assimilables à la civilisation.
L’autre atout du film tient à sa manière de mettre en relief une poignée de destins individuels, démarche qui prend à rebours le principe d’effacement du zoo humain. De « Petite Capeline », enfant de 2 ans issue de Patagonie succombant à une bronchite au Jardin d’Acclimatation – place forte du genre en France -, à cet Aborigène dont on retrouve, des décennies après sa mort, la dépouille momifiée au sous-sol d’une entreprise de pompes funèbres de Cleveland, tous recouvrent ce soir un éclair de dignité.
Mardi 5 avril à 20h55 sur Arte. Documentaire de Pascal Blanchard et Bruno Victor-Pujebet (2018). 1h30. (Disponible en replay jusqu’au 3 juin 2022 sur Arte.tv).