La agrupación KHOL HOL NAA invita a vigilia por la diversidad cultural (La Contratapa TDF, 9/10/2019)

La jornada dará inicio el viernes 11 de octubre a partir de las 20 horas.


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Organizado por la Agrupación khol Hol Naa (volver mujer en idioma selknam, se realizará una vigilia por el día de la diversidad cultural.  El evento en las instalaciones de la UNTDF, ubicado en calle Thorne y Ameghino.

Desde la organización indicaron que “este evento se realiza para recordar el «EL ULTIMO DIA DE LIBERTAD DE LOS PUEBLOS ORIGINARIOS «, donde se busca conmemorar la lucha de los PUEBLOS Originarios, va ser un día de mucha reflexión”, indicaron.

Asimsio, agregaron que “el objetivo es evitar q los pueblos sigan perdiendo su libertad y derechos y que se difunda que los pueblos originarios seguimos de pie en la lucha”.

https://lacontratapatdf.com/nota/1142/la-agrupacion-khol-hol-naa-invita-a-vigilia-por-la-diversidad-cultural/

La compleja realidad de las lenguas indígenas de Argentina (DICYT, 08/05/2019)

Científicas sociales del CONICET comparten sus estudios culturales y vivencias en relación a las lenguas de los pueblos originarios / lenguas indígenas de Argentina

CONICET/DICYT Cancha, poncho, gaucho, morocho, carpa, vincha, pucho… una gran cantidad de palabras de nuestra habla cotidiana provienen del quechua, lengua incaica que desde hace quinientos años tiene contacto con el castellano. El quechua es una lengua originaria con gran vitalidad, en sus distintas variantes, en algunos territorios de Argentina, Bolivia, Perú, Brasil, Chile, Colombia y Ecuador. Sin embargo, esta no es la única: en Argentina hoy se hablan al menos catorce lenguas indígenas, de las treinta y cinco que se hablaban antes de la llegada de los españoles. ¿Qué se conoce sobre ellas? ¿Por qué es importante cuidarlas, valorarlas y promoverlas?

“En nuestro país, tenemos 39 pueblos indígenas –mbyá-guaraní, mocoví, pilagá, toba-qom, wichí, huarpe, entre otros–, algunos son numerosos y otros más pequeños. Según las estimaciones del último censo poblacional (INDEC, 2010), de los 40 millones de habitantes, el 2,4 % se declara indígena, es decir, más de 950 mil personas”, explican las antropólogas e investigadoras del CONICET Ana Carolina Hecht, Noelia Enriz y Mariana García Palacios.

Carolina estudia la socialización lingüística, la vitalidad y el desplazamiento de la lengua toba qom en distintos espacios (familiar doméstico, escolar) en comunidades qom urbanas de la provincia de Buenos Aires del Chaco; Noelia trabaja con comunidades mbyá-guaraní en Misiones investigando los saberes que circulan tanto dentro como fuera de la escuela intercultural bilingüe, y Mariana analiza cómo los niños de barrios qom de Buenos Aires y del Chaco construyen sus conocimientos del mundo social, especialmente los religiosos, en contextos comunitarios y escolares interculturales. Juntas participan del proyecto “Interculturalidad y educación en comunidades toba/qom y mbyá-guaraní de Argentina: una aproximación histórico-etnográfica a la diversidad étnica y lingüística en las escuelas”, que forma parte del Programa de Antropología y Educación de la Universidad de Buenos Aires.

Sus investigaciones las han llevado incluso a tener experiencias de cohabitación durante el trabajo de campo. “Yo me quedaba un tiempo con la población con la que estaba trabajando. También hacemos observación participante: formamos parte de las actividades de las comunidades”, relata Noelia. “Tratamos de desarrollar actividades que nos demandan las mismas comunidades,” –agrega Carolina– “por ejemplo, charlas y talleres en escuelas bilingües interculturales y en institutos de formación docente en donde debatimos sobre interculturalidad, niñez indígena, lenguas en contacto, diversidad y desigualdad”.

Lenguas indígenas y territorio

Según las científicas, las lenguas indígenas argentinas son las que provienen de familias lingüísticas oriundas de nuestro territorio; al mismo tiempo, también existen otras lenguas que se hablan en Argentina pero que fueron traídas por la acción migrante de países limítrofes. “Los pueblos indígenas siempre son más numerosos que las lenguas indígenas porque muchos pueblos han dejado de hablar sus propias lenguas como consecuencia de procesos históricos de invisibilización, discriminación, negación, sometimiento, entre otros factores”, señala Hecht.

En la actualidad, el abanico de situaciones es muy diverso: lenguas que ya no se hablan, otras que tienen un solo recordante, situaciones de bilingüismo, comunidades indígenas en las que predomina el español, comunidades en donde la lengua indígena se mantiene vital en el medio familiar y comunitario. “Esas situaciones pueden incluso atravesar un mismo pueblo: niños qom que hablan español como primera lengua y otros que tienen el español como segunda”, agrega Mariana.

La población mbyá es un caso muy particular. Tiene su propia lengua y habita en Misiones, en parte de Paraguay y Brasil. La lengua oral les permite a sus hablantes comunicarse en los tres países como lengua franca. Sin embargo, se escribe de manera distinta en los tres territorios. “En uno, tiene influencia del portugués; en Paraguay, del guaraní estándar, y aquí del castellano, –cuenta Noelia– por ejemplo, lo que para nosotros suena ‘ch’, en Brasil se escribe con ‘x’. Esto muestra la complejidad de la lengua indígena”.

El enorme desafío de la escuela

Todo este complejo escenario representa un gran desafío para la Educación Intercultural Bilingüe (EIB), modalidad del sistema educativo que garantiza el derecho constitucional de los pueblos indígenas. Plasmada en la Ley de Educación Nacional Nº 26.206 (capítulo XI, artículo 52), la EIB “promueve un diálogo mutuamente enriquecedor de conocimientos y valores entre los pueblos indígenas y poblaciones étnica, lingüística y culturalmente diferentes, y propicia el reconocimiento y el respeto hacia tales diferencias”.

Sin embargo, las investigadoras perciben que estas situaciones dispares y llenas de matices por las que están atravesando las lenguas indígenas no son siempre contempladas en las políticas educativas. “La legislación de la EIB está más bien orientada a niños indígenas que habitan en contextos rurales, hablan la lengua indígena y tienen muy poco contacto con el español. Mientras que la situación más generalizada en el contexto actual muestra niños indígenas en contextos urbanos, con distinto dominio de la lengua indígena”, manifiesta Carolina.

Para las científicas sociales lo ideal sería que esas legislaciones contemplasen la diversidad de realidades y matices sociales. “La educación intercultural bilingüe debería ser un desafío del que todos participemos; una forma educativa para toda la sociedad argentina y no solo para las poblaciones étnicamente marcadas; y así dar cuenta de que Argentina es un país multicultural. Además habría que pensar intervenciones en las que participen las propias comunidades, y no solo intervenciones desde afuera”.

Reconocer la historia para mirar el futuro

“El hecho de que un pueblo ya no esté hablando activamente su lengua en la actualidad, no lo hace menos indígena”, plantea Carolina quien trae a colación la dimensión histórica para analizar esta cuestión. “Ciertos procesos históricos fueron los que condicionaron las distintas situaciones que tenemos hoy en día. Si solo miramos desde el presente, vamos a tender a jerarquizar las situaciones actuales sin tener en cuenta los procesos que llevaron a que esas situaciones existan. Las vinculaciones entre lengua e identidad son siempre muy complejas, porque incluso, en la escuela, muchas personas son vistas como menos indígenas por no hablar la lengua indígena”. “La lengua es importante para la identificación de los pueblos pero, a su vez, no es el único rasgo de identificación”, añade Mariana.

Noelia se pregunta: “¿Por qué no mantener la riqueza cultural de un país? ¿Por qué negarla? ¿Por qué pedirles a las personas que sean otra cosa? La diversidad es patrimonio argentino. No hay nada que nos haga pensar que atentar contra la diversidad no sea pernicioso para la sociedad. Además, en este caso, la diversidad tiene que ver con los orígenes del espacio en donde el país se desarrolla en la actualidad y estas poblaciones son previas a los estados-nación”.

Para cuidar y proteger la diversidad lingüística, “primero tendría que haber una planificación lingüística y políticas educativas que partan de este complejo escenario actual”, sintetizan. Por eso, “sería interesante propiciar más espacios en donde se reflexionen y debatan estas cuestiones para ir desarmando ideas que están muy cristalizadas en el sentido común más generalizado” y, finamente, fortalecer la legislación en Educación Intercultural Bilingüe para que no sea solo un ideal sino que se materialice en la práctica en todo el territorio nacional.

Fuente: https://www.dicyt.com/noticias/la-compleja-realidad-de-las-lenguas-indigenas-en-argentina

Investigadora francesa realiza importante trabajo sobre pueblos originarios

Diario Provincia 23 (Rio Grande), 1 agosto, 2018

Una investigadora francesa se encuentra desarrollando un importante trabajo en la Isla Grande de Tierra del Fuego, para tratar de analizar “el medio ambiente sonoro de los pueblos nómadas del sur del Estrecho de Magallanes, con el recurso sonoro como recurso cultural”. Recorrió miles de kilómetros y grabó más de 50 horas de sonidos para tratar de comprender más sobre la cultura, la mitología y las vivencias de los pueblos originarios. Su trabajo fue seleccionado entre muchos otros por la Universidad de La Sorbona.

 

Lauriane Lemasson es una joven francesa, oriunda de la zona de Bretaña, que trabaja en la región para presentar su  tesis final en la Universidad de La Sorbona, basada en un  estudio multidisciplinar del medio ambiente.

Se encuentra en Río Grande, desde donde viene realizando viajes en embarcación y a pie recorriendo distintas zonas de la Isla Grande de Tierra del Fuego, tanto chilena como argentina; para recopilar datos, experiencias, sonidos y vivencias que le sirvan para realizar su trabajo, donde se combinan áreas como la etnografía, la ecología sonora y la geografía.

“Grabar el sonido de los pájaros, saber en qué momento aparecen, descubrir el eco que se produce en distintos lugares y leer la forma de las nubes”; enumera Lemasson, cuando se refiere a las múltiples tareas que viene desarrollando, como para avanzar en un estudio que le sirva para transportase hasta los tiempos en los cuales shelknam, yámanas y alakalufes poblaban la zona, en armonía con  el medio ambiente.

“Esta es mi tesis para el doctorado, porque el máster lo realice en el año 2013 con una expedición en la parte argentina. Recorriendo el lugar durante tres meses y medio con una mochila, la cámara fotográfica y un grabador. Estuve caminando a lo largo de 2 mil kilómetros, grabando sonidos, recorriendo el territorio que ocupaban los shelknam; para tratar de ser parte del medio ambiente y entender un poco sobre él, sobre sus sonidos, la meteorología; leyendo las marcas que aparecen y recopilando información”, contó la investigadora francesa, respecto del estudio que viene realizando, y que pasó por distintas etapas desde el año 2013.

Tiene 50 horas de grabación de diferentes sonidos y pudo relacionar “los cantos que grabó Anne Chapman de Lola Kiepja” con los sonidos registrados. Los audios también le sirvieron para entender “la presencia de los sonidos en la mitología, porque hay muchos mitos que describen esos ruidos, cantos y toda la cuestión sonora”.

“A mí me parece que el sonido tiene un efecto más sensible, hay una vibración, una resonancia y es una manera de comprender y sentir el territorio. Son como firmas sonoras, es una parte de la identidad del territorio. Les resonancias, el eco, el silencio total; eso fui a buscar entre el musgo y la turba”, relató Lauriane Lemasson.

El tipo de trabajo que se encuentra realizando tiene antecedentes en zonas urbanas, pero no en esta región elegida por la profesional francesa. Dice que se decidió por el extremo sur de la Patagonia por referencias que tuvo de la zona durante su época de estudiante, plateándose concretar el desafío después de un duro accidente automovilístico que la llevó a sentir la necesidad de realizar ese sueño.

El proyecto de investigación que lleva adelante fue seleccionado entre muchos otros por la Universidad de La Sorbona, para ser implementado durante tres años. En su recorrido marcó más de 3 mil puntos diferentes en el territorio, descubriendo lugares y sonidos.

“Se trata de comprender una cultura, no solo desde su dimensión arqueológica”, remarcó. Ahora se plantea la tarea de recopilar todo el material para su tesis, comprometiéndose luego a publicar el trabajo para que sea conocido. Los interesados pueden acceder al proyecto y tomar contacto con Lauriane Lamasson en la página www.karukinka.eu

Investigadora francesa realiza importante trabajo sobre pueblos originarios