El uso del nombre yagan por una marca de venta de productos del mar despertó molestia en la comunidad Yagán de bahía de Mejillones, que lucha por concientizar sobre buenas prácticas de protección y aproximación a su cultura.
El nombre yagan utilizado como marca para vender un filete de salmón fue la imagen que comenzó el debate. Por un lado, una pequeña empresa chilena francesa busca “homenajear a un pueblo originario admirable”. Por otro, una comunidad yagan lucha por concientizar a la población y autoridades nacionales sobre el respeto en el uso del patrimonio cultural de su pueblo.
“No somos un pueblo extinto como dicen algunos libros de historia. Somos un pueblo vivo y activo, estamos aquí en el territorio y si usan nuestro nombre y cultura están hablando de nosotros entonces el primer paso es que antes de hacerlo se acerquen a la comunidad y nos pregunten. Pero si nos van a asociar con un producto que simboliza una industria que ha utilizado nuestro territorio como zona de sacrificio, eso indigna”, resume María Luisa Muñoz, representante de la comunidad indígena yagan de Bahía de Mejillones.
Desde la PYME Yahgan Seafoods se expresa la apertura a dialogar sobre el tema con la comunidad, y aclaran que su empresa no es una salmonera sino un taller que le da valor agregado a materia prima de origen marino. “En nuestro portafolio siempre ha estado la inquietud de trabajar con la más amplia gama de materias primas marinas. Sin embargo, la tendencia de nuestros clientes y del mercado nacional nos inclinó hacia los productos desarrollados a partir del salmón”; señalan.
“Desde la empresa se acercaron a través de un correo electrónico y estamos viendo qué responder. Cuando ya se usa el nombre y ya está la marca registrada, ¿qué se hace? Son situaciones que ya están establecidas, entonces es difícil entrar a dialogar en este punto y con una empresa relacionada a un rubro que es tan nefasto para nosotros”, explica María Luisa.
Buenas prácticas para proteger la cultura yagan
Tal como comenta María Luisa, no es la primera vez que su comunidad se enfrenta a situaciones de este tipo. “La cervecería austral tiene una cerveza Yagan y en la caja está la foto de una bisabuela de una de las familias de aquí. Hace un tiempo apareció en Buenos Aires un puzle que era la cara de una artesana de la comunidad. La fundación Omora tiene un parque etnobotánico donde los nombres de la vegetación están en nuestra lengua pero tú ahí no vas a encontrar a nadie de la comunidad yagan trabajando como guía, por ejemplo”, enumera.
Para la representante yagan, el problema se da a nivel nacional y de las autoridades. “El mismo Estado a través de iniciativas de Corfo y Prochile o el instituto de propiedad industrial, inscriben estos nombres sin cuestionamientos ni protocolo y es súper fácil inscribir un nombre y eso queda ahí para siempre si lo puedes pagar. Nosotros como comunidad tuvimos inscrito el nombre yagan y lo perdimos porque no podíamos seguir pagando, y enseguida lo tomó otra empresa. Visibilizar esas situaciones y generar protocolos y difundirlos es parte de lo que hacemos como comunidad”; sostiene.
El objetivo final no es cerrar la puerta sino que se generen mejores prácticas de aproximación hacia su cultura. “A nivel local mucha gente tiene pequeños emprendimientos y envían una carta para pedir la utilización del nombre. Nosotros vemos que es un emprendimiento de alguien que vive en la zona o que tiene un respeto hacia la comunidad y no tenemos inconveniente en dar nuestra aprobación, pero eso lo hacen muy pocas personas”, concluye María Luisa.
Salmones sustentables
El punto de mayor desencuentro en la situación de la empresa Yahgan Seafoods se da por la asociación del nombre yagan para comercializar productos derivados del salmón. “Sólo trabajamos con empresas proveedoras que cuentan con pisciculturas certificadas. Apoyamos el cambio relevante en la industria salmonera de manera de hacerla sustentable, apoyando la revolución que se opera en este sector con el desarrollo de crianza de salmón 100% en tierra, reciclando agua y usando residuos como abono natural para agricultura”, señalan desde la empresa en un comunicado.
Pero esta aclaración no tranquiliza a la comunidad. “Nosotros hemos luchado de forma incansable contra la industria salmonera que tiene efectos devastadores en nuestro territorio ancestral. Lo que tenemos claro es que las leyes chilenas en relación al medio ambiente no son garantía de que se va a cuidar nada. Este tipo de actividad, aunque sea en tierra, para nosotros no condice con nuestra cultura y no cuida el entorno. Hemos visto a las salmoneras mentir, ocultar informes y presagiar buenas prácticas. No nos pueden pedir que confiemos”, analiza María Luisa.
Además del protocolo, la comunidad yagan de bahía de Mejillones está trabajando para recuperar la práctica de la navegación, la alimentación tradicional, el territorio y la lengua. Entre esos esfuerzos, ven como clave el hecho de poder decidir sobre su territorio, a partir de la declaración de un Espacio Costero Marino de Pueblos Originarios (ECMPO); instrumento que reconoce y permite conservar los usos ancestrales en espacios marítimos.
Se trata del programa de Educación Intercultural Bilingüe, para planificar la introducción de las lenguas nativas –selk’nam y yagan- en los contenidos de la educación formal con la colaboración de los pueblos originarios de la provincia.
La secretaria de Pueblos Originarios Vanina Ojeda Maldonado y la subsecretaria Pamela Altamirando, mantuvieron una reunión con Héctor Gustavo Novoa, Coordinador Provincial de Modalidades Educativas y Ramón Ortiz, del equipo técnico de Educación Intercultural Bilingüe, para planificar la introducción de las lenguas nativas –selk’nam y yagan- en los contenidos de la educación formal con la colaboración de los pueblos originarios de la provincia.
La funcionaria adelantó que “la propuesta es lograr capacitaciones para los docentes que permitan introducir la modalidad intercultural desde otra perspectiva, en la que los pueblos dejen de pertenecer al pasado y reivindicar su presente, su resistencia y lucha”.
La modalidad de Educación Intercultural Bilingüe (EIB), fue instaurada a partir de la sanción de la nueva Ley de Educación Nacional en el año 2006 y se instala para garantizar el respeto por la identidad étnica, cultural y lingüística de los pueblos indígenas.
De esta manera se asume la reconstrucción de la identidad nacional que debe cimentarse en la riqueza de su diversidad y en la preexistencia de sus pueblos originarios, forjadores de culturas milenarias.
El Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI), a cargo de la Dra. Magdalena Odarda -organismo descentralizado bajo la órbita del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación- inscribió la personería jurídica de la Comunidad Indígena Yagan Paiakola de Ushuaia, perteneciente al pueblo Yagan. A partir de esta medida, la provincia de Tierra del Fuego posee sus dos comunidades originarias reconocidas por el Estado Nacional.
En ese sentido, la titular del INAI ratificó que “La resolución 2021-18-APN del INAI, que fuera publicada el 22 de febrero pasado, fue celebrada por el gobierno provincial, el cual declaró a través de su Secretaría de Pueblos Originarios que “este reconocimiento legal es constituye un gran logro para la Comunidad Yagan, ya que significa un instrumento jurídico de carácter declarativo y es la herramienta más importante para garantizar sus derechos”.
Por otra parte, el Primer Consejero de la Comunidad, Víctor Vargas, escribió en sus redes sociales: “Al fin la Canoa de Asenewensis navegará con buen rumbo y fuerza, dirigida por quien lo tenía que hacer. Gracias al Instituto Nacional de Asuntos Indígenas de la mano de Magdalena Odarda, su presidenta, por reconocer a nuestro Pueblo Yagan como un nuevo Pueblo Originario de la Argentina. Como siempre dije, el pueblo Yagan está vivo, aquí y ahora. Ázar motakaiyin, gracias a los antepasados”, sostuvo.
Cabe destacar que de manera simultánea a este reconocimiento, se están realizando las gestiones necesarias para llevar a cabo la restitución de los restos de Maish Kensis y otros tres miembros del Pueblo Yagan -actualmente en poder del Museo de la Universidad Nacional de La Plata- a la comunidad indígena de Bahía Mejillones de Puerto Williams. Dicha restitución se está realizando a través del Programa Nacional de Identificación y Restitución de Restos Humanos Indígenas del INAI, en conjunto con el gobierno de la provincia de Tierras del Fuego, la Embajada de Chile y la propia comunidad.
Por último, la Presidenta del INAI celebró este reconocimiento y afirmó que “desde el organismo nacional estamos llevando a cabo junto a las comunidades de todo el país, lo que configura un gran trabajo en el reconocimiento de sus derechos”.
Se trata de un espacio creado en el ámbito del Colegio Público de Abogados de Ushuaia. Desde el Poder Ejecutivo Provincial se agradeció a las autoridades de la institución por “el interés puesto en la concreción del Proyecto que dará las garantías necesarias para asegurar los Derechos Humanos Indígenas”.
La Secretaría de Pueblos Originarios de la Provincia destacó y valoró la creación de un área específica dedicada a Derechos Humanos Indígenas dentro de la institución, resuelta en la última sesión extraordinaria del Consejo Directivo del Colegio Público de Abogados de Ushuaia (CPAU).
El organismo mencionado estará a cargo de las abogadas Pamela Altamirando, María Muñoz, Gladys Ferraro y Alejandra Bustos, quienes confeccionarán el reglamento del instituto y sus funciones.
La secretaria de Pueblos Originarios de la provincia, Vanina Ojeda Maldonado, ponderó la importancia del hecho y se comunicó con las autoridades salientes del Consejo Directivo del CPAU, Susana Sosa y el vicepresidente Eduardo German Damonte, para agradecerles “la predisposición y trascendencia de la institución como garante del cumplimiento efectivo de los Derechos Indígenas”.
La funcionaria consideró que “ésta es una de las buenas noticias del 2020 para los pueblos indígenas de la provincia, porque el Instituto servirá para garantizar un sistema judicial provisto de interculturalidad e igualdad en los estrados judiciales”.
En sus 21 años de vida, nunca se había iniciado la inscripción en la Dirección Nacional de Museos. La actual Gestión Municipal realizó los trámites pertinentes, a fin de poner en valor este emblemático espacio cultural e histórico de Río Grande.
El Municipio de Río Grande celebra que, desde el pasado 22 de julio, el Museo Municipal ‘Virginia Choquintel’ forma parte del Registro Nacional de Museos Argentinos.
Cabe recordar que el pasado 1º de junio, el Museo Municipal celebro 21 años de historia. Este predio, que fue donado por la Asociación Rural de Tierra del Fuego a mediados de los años `80, por la iniciativa de vecinos que emprendieron el ‘Centro Histórico Documental’, hoy se encuentra en pleno proceso de remodelación y actualización.
Si bien, la institución cuenta con 21 años de vida, nunca antes se había iniciado su inscripción en la Dirección Nacional de Museos. Por ello es que, desde principios del presente año, la actual Gestión Municipal comenzó los trámites pertinentes para que dicho espacio integre el Registro de Museos Argentinos.
Al respecto, el subsecretario de Cultura, Carlos Gómez, indicó que “es de suma importancia para el intendente Martín Perez y para esta gestión, el revalorizar el patrimonio cultural con el que cuenta la ciudad, teniendo en cuenta que va camino al centenario”, y agregó que “la decisión adoptada tuvo como principales fines justamente poner en valor el patrimonio local reguardado en el Museo y resignificar este espacio cultural e histórico de Río Grande”.
El Registro de Museos Argentinos (RMA) tiene como objetivo visibilizar la comunidad de museos de todo el territorio nacional, contribuyendo a la construcción de espacios de intercambio entre instituciones y el trabajo en conjunto con la Dirección Nacional de Museos, las autoridades de patrimonio y otros museos del país.
En este sentido, el Subsecretario señaló que “pertenecer al RMA, nos brinda la posibilidad, a través de su plataforma online, de ser consultados por profesionales de otros museos, como así también de quienes deseen visitarnos y conocernos”.
“Esta iniciativa, fundamental para abrir una pantalla al mundo, recrea la posibilidad de dar a conocer nuestras colecciones, actividades culturales desarrolladas desde el Museo Municipal ‘Virginia Choquintel’, como así también los programas educativos y todos los servicios que se prestan a lo largo del año”, remarcó.
Asimismo, Gómez destacó que “otro beneficio de integrar el RMA, es que también formaremos parte del Registro de Museos Iberoamericanos -RMI- del Observatorio Iberoamericano de Museos”.
Por último, el funcionario expresó que “desde la Subsecretaría de Cultura del Municipio aspiramos a generar distintas acciones teniendo como misión fundamental integrarnos, interactuar permanentemente con otras instituciones del área y ofrecer a nuestros visitantes una muestra de excelencia”.
Ante los agravios y falsedades que algunos medios de comunicación se prestan a difundir sin chequear ni preocuparse por investigar, la Comunidad Selk´nam Rafaela Ishton se ve en la obligación de poner en conocimiento que nuestro Presidente Rubén Maldonado, ha reconocido oportunamente que, cuando estaban formándose como comunidad, creía que su abuela Alkan era haush pero luego, investigando la versión de don Segundo Arteaga confirmaron que era selk’nam con documentación fehaciente.
Según recordó Maldonado en una nota publicada por La Prensa Austral hace varios años, “Mi bisabuela fue Cristina Alkan, nacida en el sector del lago Kami (Fagnano) en el año 1873 y fallecida a la edad de 70 años; mi abuela fue Matilde Illioyen, nacida en el año 1904 en Bahía Thetis; murió en el año 1923, a la edad de 26 años. Matilde, había contraído matrimonio con el chileno Manuel Antonio Vera Mayorga, natural de Osorno al que, desde la edad de 14 años, lo habían criado los curas en Río Grande y de cuya unión nacieron Alejandro, Nolberto y Herminia, mi madre, que vio la luz en el año 1922 en el Haruwen de Saipot”. La documentación de Herminia Vera, corrobora su origen selk´nam.
Nadie en absoluto puede negar el derecho al autoreconocimiento de una persona a un pueblo indígena. Pero es requisito ineludible, que ese pueblo lo reconozca como integrante para sumarse a él y gozar de los derechos que le caben como tal.
Todos los miembros de la comunidad Rafaela Ishton, investigaron sus raíces, lazos familiares, recuerdos y relatos de sus ancestros e incluso aportaron documentación para confirmar su ascendencia luego de autoreconocerse y decidir sumarse a nuestro pueblo.
En este sentido, todos hemos debido recurrir a los registros de los salesianos, ya que, durante el periodo en que ocurrió el genocidio de nuestro pueblo, no existían los registros civiles ni los cementerios públicos, y la iglesia se ocupaba de registrar a través de libros y actas, los nacimientos y defunciones, además de los bautismos y matrimonios.
El caso de Rubén Maldonado, es el opuesto al de nuestra querida Enriqueta Gastelumendi de Varela, quien al conformarse la comunidad Rafaela Ishton, se reconoció selk´nam, aunque estaba comprobado que sus raíces eran Haush, no solo por la revisión histórica de su pasado, sino, sobre todo, porque, así lo confirma su fe de bautismo.
No obstante, su intachable comportamiento con el resto de los ancianos que iniciaron la lucha por la recuperación de las tierras y su espíritu de unidad y camaradería, fueron determinantes para considerarla una más entre nosotros.
Pensábamos que eso estaba claro hasta que sus bisnietas Antonela y Daniela Guevara comenzaron a insistir con ser autoridades de la comunidad, cuando está claro que indígenas Haush no están ni legal ni éticamente en condiciones de estar al frente de una comunidad selk´nam.
En reiteradas oportunidades se las puso en conocimiento de esta situación y a pesar de ello, usando su habitual comportamiento irrespetuoso y apelando a bajezas y mentiras, lograron integrar el Consejo de Participación Indígena junto a nuestra hermana Mirta Salamanca, mandato que venció a fines del año pasado, con una triste tendal de denuncias por agresiones, amenazas, incendios y negociados iniciados en nombre de nuestra comunidad. Todo ello a espaldas de todos, como el recientemente descubierto sello de ganado a nombre de la comunidad, que el gobierno provincial deberá investigar para qué se usó.
A fin de despejar cualquier suspicacia, reiteramos que estas mismas personas, que el viernes tomaron la delegación de gobierno usando el nombre de nuestro pueblo, fueron expulsadas en enero de este año, no por su condición de Haush, sino por su inconducta, falta de respeto a los ancianos y por amenazar y amedrentar a hermanos de la comunidad y por haber realizado trámites, gestionado ante las autoridades y obtenido beneficios usando el nombre de nuestra comunidad y arrogándose un poder que no tienen.
Asimismo, por si queda alguna duda aún, reiteramos que la Comunidad Rafaela Ishton, tiene personería jurídica propia, tiene comisión directiva la cual fue renovada en 2016 y tiene un Consejo de Ancianos integrado por aquellas personas que hicieron posible que hoy, la Comunidad Selk´nam esté conformada, reconocida y regularizada ante la ley blanca como tal, por tanto no necesita que ningún CPI gobiernen por ella.
Todas estas faltas gravísimas, están documentadas y hemos hecho todos los reclamos necesarios ante las autoridades que corresponden, y los seguiremos haciendo hasta lograr que estas personas reciban el castigo que merecen por ensuciar nuestro nombre y el de nuestros ancianos que lograron todos los beneficios que hoy goza nuestro pueblo.
Por último, hacemos saber a toda la comunidad y a la prensa, que el respeto a nuestros ancianos en la comunidad Selk´nam, es superior a cualquier mandato. Quien oiga a alguno hablar mal de sus hermanos y sobre todo de sus mayores, por sus palabras, sabrá que no es uno de los nuestros.